Este es el tercer apartado de la guía. Si acabas de llegar, empieza aquí.

Durante estos años he probado múltiples tratamientos. De haber sabido todo lo que sé hoy , el día que empecé a perder pelo, habría ahorrado mucho tiempo y dinero. En este apartado  de la guía te cuento cómo he conseguido estabilizar mi perdida de pelo.

Es importante tener en cuenta que la efectividad de un tratamiento no solo depende del medicamento en sí, sino también del compromiso y la adherencia del paciente al mismo. De hecho, la probabilidad de cumplimiento juega un papel igual o incluso más relevante en los resultados. El tratamiento que te presento a continuación no requiere una rutina rigurosa o cambios en el estilo de vida.

Lo más efectivo y llevadero que he encontrado se resume en “Los 3 Grandes“:

1. Fármacos antiandrógenos (dutasterida, finasterida): Son la primera línea de defensa para proteger el cabello, bloqueando la DHT que causa la miniaturización de los folículos capilares. La dutasterida ha demostrado ser más efectiva, especialmente en alopecias difusas o de predominio frontal. Pueden tomarse oralmente o aplicarse en forma de microinyecciones o tópica.

2. Minoxidil: Actúa como estimulante del crecimiento capilar al prolongar la fase de crecimiento activo del cabello. Viene en presentaciones tópicas, como líquido o espuma, y puede aplicarse una o dos veces al día. También existe una versión oral para casos seleccionados.

3. Champú de ketoconazol: De todos los champús que afirman revertir la caída del cabello, el de ketoconazol destaca en los estudios disponibles. Disminuye la producción de DHT en el cuero cabelludo, favoreciendo folículos más sanos y densos.

Es importante tener en cuenta que la efectividad de cada tratamiento puede variar entre personas. Algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios, pero según los estudios disponibles, el porcentaje de efectos negativos es bajo. Si se experimentan efectos secundarios, reducir la dosis o dejar el tratamiento podría ser prudente, aunque siempre es recomendable consultar con un dermatólogo profesional para obtener asesoramiento personalizado.

Recuerda que cada caso es único, y es esencial buscar orientación médica para determinar la dosis adecuada y evaluar posibles efectos secundarios según el estado de salud de cada individuo.

 

EL JARDÍN DE TU CABEZA

Aquí una pequeña analogía para entender mejor el papel que juega cada medicamento. Imagina que tu cuero cabelludo es un jardín donde los folículos pilosos son como pequeñas semillas que producen cabello. La alopecia androgénica actúa como maleza, afectando la salud del jardín y debilitando el crecimiento del cabello.

 

Dutasterida/finasterida: La dutasterida/finasterida es como un poderoso herbicida que ataca directamente las raíces de la maleza. En el cuero cabelludo, inhibe la enzima que convierte la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), la hormona responsable de debilitar los folículos pilosos. Al reducir los niveles de DHT, la dutasterida/finasterida ayuda a proteger y fortalecer los folículos pilosos, permitiendo que el cabello crezca más saludable y evitando su caída prematura.

 

Minoxidil: El Minoxidil es como un fertilizante especial para el jardín. Al aplicar Minoxidil en el cuero cabelludo, proporcionamos los nutrientes y el estímulo necesarios para que los folículos pilosos produzcan cabello más grueso y fuerte. También mejora la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que favorece un ambiente más propicio para el crecimiento capilar.

 

En resumen, mientras que la dutasterida/finasterida actúa directamente sobre las causas de la caída del cabello, el Minoxidil proporciona el impulso necesario para revitalizar y nutrir los folículos pilosos, permitiendo que el jardín capilar florezca con mayor vigor.